Actualmente,
el sector de los productos de la casquería está
experimentando una notable recuperación, después de que en
los últimos años haya sufrido una de las crisis más graves,
por no decir la más grave, por la que ha atravesado. A estas
mejoras en las expectativas de futuro ha contribuido,
claramente, la desaparición de falsas y medias noticias en
los medios de comunicación sobre los riesgos que el consumo
de casquería supuestamente podía provocar sobre la salud, y
que causaron enorme "miedo" y "rechazo" hacia estos
productos entre los consumidores.
Por
suerte, numerosos estudios han demostrado las enormes
características saludables que los productos de casquería proporcionan
al organismo, lo que ha permitido desmentir esas "falsas
informaciones", la mayor parte de ellas sin fundamento
alguno y, sobre todo, lo más importante, la recuperación de
la confianza de los consumidores en estos productos, tan
característicos de la dieta mediterránea. Junto a ello, la
recuperación también ha sido posible gracias a que el sector
se ha unificado entorno a la Asociación Nacional de
Empresarios de la Casquería y Productos de la Carne
(ANECAS), y ha empezado a luchar de forma conjunta por
objetivos comunes.
Las
consecuencias ocasionadas por la enfermedad de la
Encefalopatía Espongiforme Bovina todavía se aprecian en el
mercado interior, en el que las ventas se redujeron en un 95
por ciento durante los meses más duros de la crisis aunque,
como ya he mencionado, la recuperación parece estar
avanzando por buen camino. El comprador tradicional de
casquería ha recuperado la confianza y ya está adquiriendo
de nuevo nuestros productos. Además, no debemos dejar de
menciona ral sector de la restauración, que en los momentos
en los que estalló la crisis siguió confiandoe n los
productos de casquería y
actualmente, incluso, en la alta cocina se venden estos
alimentos como platos "estrella".
En este caso la situación no es tan favorable. En los países de la Unión Europea el consumo decasquería española ha experimentado una importante recuperación, pero no tan marcada como en el mercado interior. En lo que se refiere a terceros países, el sector español de casquería se está enfrentando con los principales problemas. Ante sde que apareciera "el mal de las vacas locas" se estaban abriendo nuevos mercados en Europa del Este y Extremo Oriente, pero tras el estallido de la crisis, estos países optaron por el cierre de sus fronteras a productos de casquería, ya han levantado esta prohibición.
No, aunque el sector está viviendo un buen momento, todavía no se han logrado alcanzar los niveles anteriores al inicio de la crisis. Hay algunos productos, como es el caso de los callos, cuyo consumo se ha recuperado más del 100%, mientras que el hígado, la lengua o las gallinejas, entre otros, cada vez presentan una mayor demanda, pero con índices todavía lejanos a los que poseían en 1999. Por último, la asadura es elproducto de casquería que esta viviendo una recuperación más lenta.
–En primer lugar, llevamos a cabo una normalización del producto y entablamos conversaciones con las diferentes administraciones para establecer medidas de autocontrol que permitiesen que nuestros productos llegasen al consumidor con las mayores garantías de calidad. Finalmente, hemos centrado gran parte de nuestro esfuerzo en la difusión de la casquería como alimento saludable, por medio de campañas de información y promoción en medios de comunicación, mesas redondas y degustaciones públicas.


Antes
del estallido de la crisis, la casquería se
distribuía en gran medida a través de tiendas especializadas
situadas en mercados municipales, conocidas como CASQUERIAS,
pero con la crisis, algunas de estas tiendas se vieron
obligadas a cerrar. Actualmente, esos comercios que cerraron
por razones legales no han podido todavía abrir sus puertas.
La distribución de la casquería en estos
momentos está experimentando un gran desarrollo en las grandes
superficies, en las que se ha pasado de unos 70 centímetros de
lineal a másde 3 metros y, sobre todo, en carnicerías, que
dedican cada vez una mayor parte de su stand a estos
productos, convirtiéndose en tiendas de polivalencia.
Si se siguen llevando a cabo labores de promoción entre los consumidores, es muy posible que el futuro del sector sea prometedor y que los consumidores vayan adquiriendo cada vez más productos de casquería y sobre todo, con mayor confianza. Además hay dos aspectos que nos impulsan a ser optimistas: por un lado, el aumento de la inmigración en nuestro país, pues suelen ser grandes consumidores, y por otro, las importantes campañas de promoción que se están llevando a cabo entre los jóvenes, que están mostrando gran aceptación de estos productos.